El proceso del nacimiento de todo bebe, se acompaña de grandes cambios fisiológicos, que en ocasiones puede resultar con alteraciones que no planteaban ningún problema durante la vida intrauterina. Por ese motivo, en todo parto debe haber una persona experta en reanimación neonatal. La edad gestacional y los parámetros de crecimiento ayudan a identificar el riesgo de patología neonatal.
Hemos constado y según diversas investigaciones realizadas, que alrededor del 10% de los recién nacidos requieren cierta asistencia respiratoria en el momento del nacimiento. Menos del 1% necesita una extensa reanimació pero existen numerosas causas de depresión que requieren reanimación al nacer, llevando a la necesidad de de que una reanimación aumente de manera significativa si el peso al nacer es < 1.500 g.
Cabe destacar que la reanimación neonatal debe seguir las recomendaciones más recientes de la American Academy of Pediatrics y la American Heart Association junto a la preparación de la misma, es esencial ya que se deben identificar los factores de riesgo perinatales y conlleven la necesidad de una reanimación.
¿Cuáles son estos factores de riesgo?
- Ausencia de atención prenatal.
- Edad gestacional < 36 semanas o ≥ 41 semanas.
- Gestación múltiple.
- Necesidad de fórceps, vacuum (ventosa) extractor o parto por cesárea de emergencia.
- Líquido teñido con meconio.
- Distocia de hombros, presentación pelviana u otra presentación anormal.
- Ciertos patrones anormales de frecuencia cardíaca en el feto.
- Signos de infección en el lactante.
- Factores de riesgo maternos ( fiebre, infección estreptocócica del grupo B no tratada o tratada de manera inadecuada).
Es fundamental, la participacion de un neonatólogo en la toma de decisiones cuando el recién nacido se encuentra en el umbral de la viabilidad. Los datos para determinar la edad gestacional deben obtenerse directamente de la madre, así como de los registros maternos, y deben usarse para calcular de forma independiente la fecha probable de parto y el posible intervalo de edad gestacional. En los casos en los que se cuenta con una variedad de abordajes aceptables, la opinión de los padres es el factor más importante para determinar si se debe intentar la reanimación.
El objetivo de la reanimación para la mayoría de las familias y los médicos es la supervivencia del recién nacido sin una morbilidad grave. Sin embargo, no existen pautas firmes sobre cuánto tiempo se debe continuar la reanimación cuando hay bradicardia grave persistente, o sobre qué hacer cuando la frecuencia cardíaca aumenta después de que se ha detenido la reanimación. En tales casos, la idoneidad de la intervención debe evaluarse en función de los objetivos del tratamiento.
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